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Elgoibar

Información útil

Donde máquina y herramienta se dan la mano

Elgoibar es un pueblo eminentemente industrial, cuyo producto más relevante es la fabricación de Máquina-Herramienta. También perviven algunas industrias artesanales de fabricación de armas y escopetas como prolongación de la tradicional producción armera de la zona.

Además del Museo de la Máquina Herramienta, el pueblo cuenta con otros dos museos muy curiosos: MUFOMI, el museo de fósiles y minerales, y el Museo del Hueso, que contiene réplicas de objetos prehistóricos.

Por otro lado, la villa está rodeada de bonitas montañas que permiten realizar interesantes recorridos. Entre Karakate e Irukurutzeta, por ejemplo, se forma una hermosa cresta denominada por el antropólogo D. José Miguel de Barandiaran La Ruta de los Dólmenes. Esta ruta cuenta con importantes yacimientos, destacando numerosos dólmenes y túmulos.

Un punto neurálgico en la vida del municipio es el espléndido conjunto barroco formado por la Casa Consistorial y la Iglesia de San Bartolomé y que se completa con un edificio de antiguas casas porticadas y el frontón que cierra el espacio hacia el río.

El pórtico del cementerio de Olaso, es de gran belleza y tiene importancia histórica y artística, y es el único resto de la primitiva Iglesia de San Bartolomé.

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Rutas

San Blas

Ya ha pasado la Navidad, pero en Debabarrena seguimos endulzando el invierno. El 3 de febrero elaboramos el dulce más popular de nuestra repostería tradicional: la torta de San Blas. ¡Acércate a conocerla!
La tradición de elaborar dulces para San Blas no es exclusiva de Debabarrena, pues se encuentra arraigada en varios puntos de Euskadi, como Abadiño o Llodio.
En nuestra comarca, muchas personas todavía elaboran las tortas en casa, y las llevan a la iglesia a bendecir. Según la creencia popular, a San Blas se le atribuyen poderes contra los males de garganta; para ello, además de comer las tortas, hay que llevar a bendecir un trozo de cordón, el cual hay que llevar anudado a la garganta durante nueve días. Pasado ese tiempo, se quema, y confiere protección durante un año contra catarros y otras dolencias.

Ingredientes

Para la masa:

  • 1 kg de harina de trigo
  • 6 huevos
  • 125 gr de manteca de cerdo o mantequilla o margarina
  • ½ kg de azúcar granulado
  • 1 sobre de levadura química
  • 15 gotas de esencia de anís

Para el glaseado:

  • 2 claras de huevo
  • 250 gr de azúcar glas
  • 10 gotas de zumo de limón
  • 3 gotas de esencia de anís

Elaboración

  • Precalentar el horno a 180º.
  • Colocar la harina en una mesa de trabajo limpia y apilarla con forma de volcán.
  • Cascar los huevos en el centro, y mezclar con las manos hasta incorporar.
  • Añadir la manteca o sustituto y amasar con las manos.
  • Incorporar poco a poco el azúcar y la esencia de anís.
  • Amasar con las manos hasta que no se pegue.
  • Dar forma de bola y dejar reposar la masa al menos media hora a temperatura ambiente
  • Una vez haya reposado, espolvorear la mesa y un rodillo de madera con harina.
  • Cortar la masa en pequeñas bolas y aplanar hasta medio centímetro de grosor.
  • Dar la forma deseada utilizando un plato, una bandeja, o similar.
  • Se pueden rematar los bordes haciendo picos con los dedos.
  • Hornear en la bandeja media del horno alrededor de 15-20 minutos, hasta que tengan un color dorado sin llegar a tostarse.
  • Mientras, batir las claras para el glaseado a punto de nieve.
  • Sin dejar de batir, incorporar el azúcar glas, el zumo de limón, y la esencia de anís, hasta formar una pasta densa de color blanco.
  • Aplicar el glaseado con una cuchara a las tortas aun calientes.