Contiguo al Flysch costero, en el interior del territorio, hallamos el mundo del karst, unmosaico de apisajes originados por el desgaste de la piedra caliza, formada en un pasado remoto bajo un mar tropical. Durante millones de años el agua ha horadado en la roca multitud de cavidades, que sirvieron de refugio a nuestros antepasados hace miles de años cuando el clima se volvió muy frio.
Adentrarnos en la Ruta del Karst supone iniciar un viaje a un mundo conformado por una variedad de paisajes sorprendentes, como el valle de Lastur en Deba, un o de los más bellos y singulares de Gipuzkoa, o Astigarribia y Olatz en Mutriku. La Ruta del Karst nos permitirá además conectar con la vida rural de este entorno, disfrutar con la degustación de especialidades locales, o descubrir que la zona es morada de seres mitológicos y un lugar para imaginar nuestros orígenes.
Entre la infinidad de cuevas del territorio destaca la de Ekain (Deba), Patrimonio de la Humanidad desde 2008, y que atesora un importantísimo conjunto de pinturas del paleolítico.