En Debabarrena tienes todo a un paso: los acantilados y playas de la Costa Vasca, y los valles y montañas del interior. Contamos con un patrimonio natural muy rico y variado, desde el flysch y el karst del Geoparque UNESCO de la Costa Vasca, hasta las rocas volcánicas de Karakate. Te invitamos a descubrir estos paisajes únicos recorriendo los mejores miradores de Debabarrena.
Para asomarte a la costa y observar el flysch de cerca, te proponemos comenzar la ruta por Itziar. En el núcleo urbano, a un costado de la iglesia, encontrarás un espléndido balcón abierto hacia el mar Cantábrico. Una escultura de Oteiza, “Amatasuna” (Maternidad), completa el paisaje, aunando el azul del mar y el verde de la montaña.
Es sencillo llegar al barrio de Itziar por autopista. Para aparcar, puedes hacerlo frente al restaurante Salegi, donde puedes también disfrutar de deliciosos pintxos, o de su suntuosa carta. Otra opción es aparcar en el Hotel Kanala, y completar con una copa de txakoli o sidra las espléndidas vistas desde su terraza.
La carretera que baja de Itziar hacia el núcleo urbano de Deba también ofrece vistas vertiginosas sobre los acantilados y el flysch. Una serie de miradores habilitados en el borde mismo de la carretera ofrecen espacios ideales para detenerse y admirar las capas del flysch, el mar batiendo a los pies del acantilado, y en un día claro, prácticamente la costa entera de Gipuzkoa hasta Hendaya, y buena parte de la costa de Bizkaia. En orden descendente, son tres miradores los que podrás encontrar: el de Itziar, el de la Hilandera, y finalmente el de Lapari, justo encima de la playa de Deba.
El último mirador de esta carretera se encuentra ya en Deba. Es accesible mediante un corto paseo de apenas diez minutos desde la playa Santiago, donde puedes aparcar. A lo largo del recorrido hallarás varios puntos con bancos, donde podrás sentarte a descansar y admirar el paisaje, haciendo de éste un paseo para todos los públicos.
La carretera de la costa continúa de Deba hacia Mutriku, y aquí también se encuentran varios puntos desde donde admirar el flysch negro y la Costa Vasca. Un paseo de aproximadamente 4 km une la playa de Ondarbeltz, en la boca del río Deba, con el casco histórico de Mutriku. Cuenta con excepcionales vistas sobre el flysch y la costa, plazas de aparcamiento, áreas de descanso con mesas y fuentes de agua, y dos espléndidos miradores: Arbe y Alkolea.
El primero se encuentra sobre la ensenada de Arbe, justo bajo el hotel del mismo nombre, desde donde puedes ver el amanecer mientras tomas uno de sus espléndidos desayunos artesanos. A medio camino de los dos miradores, subiendo por la colina, encontrarás la terraza del restaurante Pikua, un lugar ideal para comer o tomar algo disfrutando de las vistas. Un poco más adelante, ya en las afueras de Mutriku, el paseo hace una curva pronunciada hacia la punta de Alkolea. Las vistas son estupendas hacia ambos lados: en uno, observarás el camino recorrido y la costa hacia Deba, y en el otro empezarás a ver Mutriku, con su puerto en primer plano. El paseo te llevará hasta el centro del pueblo.
Una vez en Mutriku, te recomendamos que te adentres en el casco histórico. No sólo por la abundancia de casas solariegas y palacios, que le han merecido la designación de Conjunto Monumental, sino por el mirador de Atxukale, escondido al final de una de las calles adoquinadas. Se trata de un balcón que se asoma al puerto, y cuenta además con un mural que atestigua el pasado ballenero de Mutriku.
Pero no todo va a ser costa. Queremos terminar este artículo con dos recomendaciones en el interior, dos puntos de vigía sobre el río Deba que se erigen frente a frente. Se trata, en Eibar, del alto de Arrate, donde se ubica el santuario de la virgen del mismo nombre. Es una zona muy querida por las personas de Eibar, escenario de romerías en septiembre y de finales de etapa de pruebas ciclistas del más alto nivel. Además, cuenta con dos restaurantes, zona de juegos infantiles, y unas vistas de quitar el aliento. ¿Qué más necesitas?
Y del último mirador ya te hemos hablado en otras ocasiones, pero bien merece un lugar en nuestra lista. En el límite entre Soraluze y Elgoibar se alza Karakate, que con 756m domina el valle, y ofrece vistas incomparables tanto hacia la costa, como hacia los Montes Alaveses, las Peñas de Aia, o Anboto. Este mirador es accesible en coche partiendo desde el centro de Soraluze, por una vertiginosa carretera de un solo carril. Y si te apetece el paseo, aquí comienza la Ruta de los Dólmenes. Hay dos miradores más a lo largo del recorrido, uno en Idoia, el otro en Irukurutzeta. ¿Te apetece?
Como ves, Debabarrena está repleta de miradores desde donde asomarte a admirar el mar y la montaña. Para seguir descubriendo nuestra comarca, consulta nuestra oferta de alojamiento y de restaurantes.