La localidad de Deba forma parte del Geoparque de la Costa Vasca. En el litoral, podemos disfrutar de un singular tesoro natural, el impresionante afloramiento del flysch. En el interior, encontraremos valles karsticos, una variedad de paisajes sorprendentes originados por el desgaste de la piedra caliza. El valle de Lastur también se hace visita indispensable.
En el corazón del casco histórico está la Iglesia de Santa María de Deba, Monumento Nacional y joya del gótico vasco. De su exquisito conjunto, destacan el claustro y el pórtico policromado de delicada composición; ambos elementos son originales de la primera construcción y datan del S.XV.
Situada en la desembocadura del río Deba, cuenta con bonitas playas de arena oscura por la proximidad de los montes de pizarra, así como con Sakoneta, parte del Geoparkea y desde donde transcurre la Ruta del Flysch GR 121.
La playa Santiago de Deba es una de las más conocidas de la Costa Vasca, y junto con la playa Lapari, constituye un amplio arenal con once olas de inmejorable calidad y para surfistas de todos los niveles. No solo es idónea para el surf, sino también para el body board, paddle surf u otro tipo de deporte acuático. En otoño e invierno, en la zona de Sorginetxe, se forma una de las olas más grandes de la Costa Vasca. A pocos kilómetros del casco de Deba, en Sakoneta, zona declarada biotopo protegido, se pueden encontrar olas maravillosas.
Deba como enclave especial de la Prehistoria Vasca cuenta con los yacimientos de Ermittia, Urtiaga, Gaztelu, y la joya indiscutible: la Cueva de Ekain con las fabulosas pinturas rupestres del período magdaleniense (15.000 - 12.000 a.C.).